Gemelo en importancia al Museo del Prado en lo que se refiere a escultura, este museo guarda en sus salas artesonadas uno de los tesoros más importantes de la historia del arte universal. A diferencia de lo que sucedió en el resto de Europa, la gran mayoría de escultura barroca española se realizó combinando la talla de madera y la pintura. Esta técnica permitió realizar obras de un naturalismo extremo y de una belleza sobrecogedora.
La extraordinaria colección del Museo Nacional de Escultura es única en el mundo y a través de obras maestras de Juan de Juni, Gregorio Fernández, Alonso Cano, Salzillo o Pedro de Mena, revela una espiritualidad tan sensual como cruda, característica del Siglo de Oro español.
Encerrado entre impresionantes murallas medievales, su casco histórico conserva palacios, templos, conventos y residencias, fruto de un pasado protagonizado por las culturas que en ella convivieron: la comunidad judía, la musulmana y la cristiana dejaron su impronta y las tres forman parte viva de nuestro legado cultural.
Ávila es también la ciudad de la mística y de la espiritualidad. Todo en Ávila nos lleva a Santa Teresa, Doctora de la iglesia católica; siguiendo sus pasos recorreremos desde su casa natal hasta el lugar de su enterramiento, pasando por los conventos en los que estuvo enclaustrada al principio de su vida y los que fundó tras constituir la orden de las carmelitas descalzas.
La riqueza deslumbrante de las imágenes castellanas y la intensa participación popular, hacen de esta fiesta que celebra todo el país, un evento de gran valor cultural.